jueves, 17 de junio de 2010

Comentario

7.- Schaefer. Excepcionalismo en Geografía.
.
Se trata de una crítica a la discusión en torno a la dicotomía de la geografía: geografía regional o geografía sistemática o general, que personaliza en Hartshorne y Kraft respectivamente.
.
Sin duda, es el texto del curso más divertido, mordiente y locuaz. Explica bien la disputa que se dio dentro de la geografía a lo largo de la primera mitad del S.XX, entre el positivismo (neopositivismo después) y la geografía regional. Critica primordialmente a la geografía regional, pero su objeto de crítica, es también la propia discusión. Esto se debe a que la discusión la plantea Hartshorne en su artículo de 1939, "La naturaleza de la Geografía", en la que apoya la visión de Hettner.
.
El comienzo es potente: afirma que la geografía no es un cajón de sastre de técnicas especiales, y que se ha confundido la enseñanza de la geografía con la metodología para poner en práctica la propia geografía. Lo cual, en mi opinión, es lo peor que se le puede llamar a una ciencia, y es eso lo que pretende decir sobre la Geografía regional.
.
Lo contrapone a la metodología iniciada por Von Humboldt. Mientas en la geografía positivista permanece el método y las aspiraciones y el conocimiento avanza, en la geografía regional, el contenido permanece invariable, no avanza. Es especialmente crítico, cuando habla de que la geografía regional era la única ocupación honorable para la geografía clásica, dándose a la intuición artística, que para Shaefer es una aberración como método vinculado a la geografía.
.
Se permite dar una palmada en la espalda a la geografía regional, diciendo que no tiene por qué sentirse inferior. E incluso es bastante demagógico diciendo que la geografía regional se deja por el camino las costumbres de la región, como forma de decir que no siempre se puede saber hasta el último detalle, y que en cualquier caso esos detalles no son geografía. Por otra parte, admira a Ritter, que se dedicó de forma descriptiva al estudio de las regiones. Lo disculpa diciendo que tampoco se sentía orgulloso de ello, lo cual es un poco extraño.
.
Respecto a la propia discusión, critica el complejo de la geografía de querer integrarlo todo, de sentirse una ciencia única, que en el fondo no conseguía unos resultados aplicables. Y ésta es la causa por la que la geografía había perdido importancia en las ciencias, porque había rechazado el propio método científico, perdiéndose en lo individual.
.
Para el autor, la geografía ha de centrarse en la formulación de leyes en el ámbito espacial. El espacio es el objeto de estudio en el neopositivismo, y se aprecia bien en este artículo. Las relaciones y fenómenos espaciales sí vinculan a la geografía con su objeto de estudio, las propios fenómenos no: son el campo de otros especialistas. Si se incumple esto, el geógrafo pasa a ser "aprendiz de todo" (de forma velada, es de lo que acusa a la geografía regional).
.
Invierte la relación de importancia de lo sistemático y lo regional: para la geografía regional, lo sistemático ayuda a comprender la esencia, que es lo regional; sin embargo, para el neopositivismo de Shaefer, lo regional sirve para contrastar las hipótesis, y como campo de datos para abstraer lo verdaderamente importante que son las leyes y teorías comunes.
.
Incide en la ridiculización de la propia discusión, al explicar que la discusión entre lo general y lo práctico en otras disciplinas científicas sería absurdo, como lo es para él en la geografía. Es bastante divertido explicando los casos concretos vinculados a la física o la economía. Achaca a un problema psicológico la discusión: la imposibilidad de abarcarlo todo en geografía hace que cada uno se dedique a criticar la parcela que no domina.
.
Termina, a forma de resumen, diciendo que la geografía no es distina, que la integración se realiza en otras disciplinas científicas en su justa medida, y que la verdadera misión de la geografía es aplicar leyes espaciales con una metodología empírica: por tanto, nada excepcional en el campo de las ciencias sociales. Se percibe una fortísima vinculación personal con el tema tratado, y el artículo, irónico y sarcástico, en mi opinión ha perdido poca vigencia.

No hay comentarios: