viernes, 23 de octubre de 2009

COMENTARIO DE TEXTO: ESTRABÓN

ESTRABÓN
Geografía. Libro III


II. TURDETANIA

1. Así pues, al interior de la orilla este del Anas se extiende la Turdetania, que está recorrida por el río Betis. La delimitan, por el Oeste y el Norte, el río Anas, por el Este algunas tribus de carpetanos y oretanos, y por el Sur los bastetanos, que ocupan una estrecha franja costera entre Calpe y Gádira, y el mar después hasta el Anas. También se integran en Turdetania los bastetanos que he mencionado, así como los pueblos de más allá del Anas y la mayor parte de los pueblos limítrofes. La extensión de este país no es, en longitud y anchura, superior a dos mil estadios, pero sus ciudades son extraordinariamente numerosas, pues se dice que llegan a doscientas. Las más conocidas son las que se alzan a orillas de los ríos, los esteros y el mar, debido a su ventajosa situación. Las que más auge han adquirido son Córduba, fun-dación de Marcelo, y por su fama y su pujanza también la ciudad de los gaditanos, ésta por sus empresas navales y por haber estrechado lazos con los romanos mediante alianzas y aquélla por la fertilidad y amplitud de su campiña, a lo que contribuye en gran medida el río Betis; desde un principio la habitaron gentes escogidas de los romanos y los indígenas, y además fue ésta la primera colonia que enviaron a estos lugares los romanos. Después de esta ciudad y la de los gaditanos descuella ciertamente Hispalis, colonia también ella de los romanos. Pero actualmente, si bien su mercado continúa existiendo, por su renombre y por haberse establecido recientemente allí como colonos los soldados de César sobresale Betis, aunque no tenga entre su población hombres ilustres.

2. Tras éstas encontramos Itálica e Ilipa a orillas del Betis, y más lejos. Astigis, Carmon y Obulcon. Y también aquéllas en las que fueron vencidos los hijos de Pompeyo, Munda, Ate-gua, Urson, Tuccis, Ulia y Aspavia, todas ellas no lejos de Córduba. En cierto modo se consti-tuyó como metrópolis de este lugar Munda, que dista mil cuatrocientos estadios de Carteya, a donde huyó Gneo después de ser derrotado; luego, zarpando de allí y desembarcando en una región montañosa situada sobre el mar, encontró la muerte. Su hermano Sexto, que salió con vida de Córduba y luchó durante un corto tiempo entre los iberos, sublevó más tarde Sicilia; expulsado después de allí a Asia, fue alcanzado por los generales de Antonio y terminó sus días en Mileto. De los celtas, la ciudad más conocida es Conistorgis, y a las orillas de los esteros Asta, a la que acuden generalmente los gaditanos, por estar situada a no mucho más de cien estadios del puerto de la isla.

3. El Betis, a lo largo de sus orillas, está densamente poblado y es navegable corriente arriba casi mil doscientos estadios desde el mar hasta Córduba y lugares situados un poco más al interior. Y la verdad es que están cultivados con esmero tanto la zona ribereña como los islotes del río. Además ofrecen una agradable vista, porque sus tierras están hermoseadas con bosques y otros cultivos. Así pues, hasta Híspalis la navegación se efectúa en embarca-ciones de tamaño considerable, a lo largo de un trecho no muy inferior a quinientos estadios; hasta las ciudades de más arriba hasta Ilipa en barcos más pequeños, y hasta Córduba en lanchas fluviales hechas hoy día con maderos ensamblados, pero que antiguamente se con-feccionaban a partir de un solo tronco. El tramo superior hasta Castalon no es ya navegable.
Paralelas al río se extienden algunas cadenas de montañas que se le acercan más o menos por el Norte, llenas de minerales. Donde abunda más la plata es en las proximidades de Ilipa y Sisapon, tanto de la llamada antigua como de la moderna, y en la zona de la llamada Cotinas se produce el cobre junto con el oro. Por tanto, a mano izquierda según se remonta el río se encuentran estas montañas, mientras que a la derecha se extiende una gran llanura, ubérri-ma, con grandes árboles y excelente para los rebaños.

También el Anas es remontable, pero no con barcos de tanta envergadura ni durante tanto trecho. En su orilla norte hay también montañas con minas, que llegan hasta el Tago. Natu-ralmente, las regiones que tienen minas son por fuerza escabrosas y poco fértiles, como es el caso de las que bordean Carpetania y, en mayor medida aún, Celtiberia. De la misma natu-raleza es la Beturia, que posee áridas llanuras que bordean el Anas.

4. Pero la propia Turdetania goza de unas asombrosas condiciones. Además de ser ella misma productora de todo y en abundancia, duplica sus beneficios con la exportación, pues el excedente de sus productos es fácilmente vendido por sus numerosos barcos mercantes. Hacen posible esto los ríos y los esteros que, como dije, son comparables a los ríos e igual-mente remontables desde el mar hacia las ciudades del interior, no sólo por naves pequeñas, sino también por las grandes. Pues la tierra que se halla al interior del extenso litoral com-prendido entre el Promontorio Sagrado y las Columnas constituye toda ella una llanura. Allí, en distintos puntos, avanzan hacia el interior desde el mar unas depresiones semejantes a cañones de mediana profundidad o a lechos de ríos que se prolongan muchos estadios. Las subidas de nivel del mar durante las pleamares las anegan, de forma que no son menos re-montables que los ríos, sino incluso mejor. Pues la navegación se parece aquí a la que se practica en los descensos fluviales, al no haber ningún obstáculo de frente y empujar además de popa el mar, por la subida de la marea, igual que la corriente de un río[...].

6. De Turdetania se exporta trigo y vino en cantidad, y aceite no sólo en cantidad sino tam-bién de la mejor calidad. Se exporta asimismo cera, miel y pez, mucha cochinilla y un ber-mellón no inferior a la tierra sinópica. Los astilleros funcionan allí con madera del país en su territorio hay minas de sal y no pocas corrientes de ríos salobres, y tampoco escasea la in-dustria de salazón de pescado, procedente tanto de la zona como del resto del litoral de más allá de las Columnas, que no va a la zaga de la salazón del Ponto. Antes figuraba en primera línea su igualmente abundante paño, pero ahora lo hace la lana, de la que hay más producción que de lanas coraxinas. Y en belleza es insuperable: los carneros para cría se compran al menos en un talento. Insuperables son también los tejidos ligeros, como los que fabrican los salacietas.

Es inagotable asimismo la riqueza en ganado de toda especie y en caza, siendo en cambio raras las alimañas, con excepción de los lebratos zapadores que algunos llaman “leberides”: al comerse las raíces estropean las plantas y las simientes, y esto ocurre en casi toda la exten-sión de Iberia, llega hasta Masalia y estraga incluso las islas. Se dice que los habitantes de las Gimnesias enviaron una vez una embajada a los romanos con la petición de tierras, por ser, según decían, expulsados de las suyas por estos animales [...]

De la abundancia de exportaciones de Turdetania hablan a las claras el tamaño y el número de sus barcos, pues sus enormes naves mercantes navegan rumbo a Dicearquia y Ostia, el puerto de Roma, rivalizando casi en número con las libias.

7. Mas, con ser tan rico el interior de Turdetania, podría hallarse su rival en la región costera, por los bienes procedentes del mar; porque todas las ostras y almejas destacan en general por su cantidad y tamaño en todo el Mar Exterior, pero más que nada allí debido a que en esa zona las pleamares y bajamares son mayores, las cuales son, verosímilmente, las causantes de su número y su tamaño gracias al ejercicio a que las someten. Lo mismo ocurre con los cetáceos de todo tipo, orcas, ballenas y cachalotes, de los cuales parece surgir cuando espiran una especie de columna nebulosa si se mira desde lejos. Y los congrios parecen monstruos por lo mucho que sobrepasan en tamaños a los nuestros, así como las murenas y otros peces de este género [...].

8. Pero, a pesar de estar dotada dicha región de tantos bienes, no se maravillaría uno menos, sino todo lo contrario, al conocer la generosidad de sus minas; porque de ellas está repleta toda la tierra de los iberos, aunque no toda sea tan fértil y próspera, especialmente la que proporciona minerales. Raro es gozar de ambos recursos, pero raro es también que la misma tierra esté llena de minerales diversos en un territorio reducido. La Turdetania y comarcas limítrofes no dejan, a los que quieren ensalzarlas por sus bondades, palabras que las reflejen adecuadamente. Pues ni el oro, ni la plata, ni el cobre, ni el hierro, en ningún lugar de la tierra se ha comprobado hasta ahora que se produzcan en tan gran cantidad ni de tan alta calidad [...].


Comentario en formato .doc en la página web de la asignatura

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martes, 20 de octubre de 2009

Cálculo de la circunferencia terrestre a la manera de Eratóstenes

Para hallar la medida de la circunferencia c terrestre siguiendo el método de Eratóstenes, se puede proceder del modo siguiente:

Se clavan dos estacas perpendiculares al suelo, en dos lugares 1 y 2 diferentes de un mismo meridiano. La distancia entre ambos, d, es conocida. Uno de los emplazamientos, 1, se encuentra sobre el trópico de Cáncer, para que en el mediodía del solsticio de verano boreal, la estaca clavada allí no proyecte sombra alguna. Esto es así porque, en ese instante, el emplazamiento 1 se encuentra sobre la Eclíptica (ver figura).



La otra estaca, situada en un lugar 2 distante del trópico de Cáncer, sí proyectará una sombra sobre el terreno. Midiendo, en el mismo instante, la longitud l de esa sombra, y conocida la altura h de la estaca, podrá hallarse el ángulo α con que inciden los rayos solares en el punto 2. Este ángulo es el mismo que le corresponde al arco de circunferencia terrestre cuya longitud es d.

Sabiendo que cualquier ángulo en la circunferencia se calcula como el cociente entre la longitud de su arco y el radio de la circunferencia, puede hallarse el radio r terrestre conocidos d y α. Una vez calculado el radio terrestre, bastará con aplicar la expresión c = 2 • πr para hallar la longitud de la circunferencia de la Tierra.





(Gracias a José Antonio por la información)

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jueves, 15 de octubre de 2009

La diferencia


Una manera sencilla de entender la ciencia, gracias a Randall Munroe (http://www.xkcd.com/)

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